En los
curriculums de mis canciones
pasadas encuentro un c
oc
tel de
sentimientos...
resacas que mi corazón transformó en acordes.
Hoy las invité a pasar,
fue tan extraño...
ni siquiera se asustaron ante la presencia de cuchillos afilados.
Y pensar que sobre el escenario les tuve miedo...
tanto miedo...
sabía que podian unirse con mis lágrimas,
sabía que, en consecuencia, mis dedos y mi voz serían solo nudos,
sabía/temía demasiado.
Siempre me defendí de ellas argumentando que mi inconciente las escribía, yo no...
Pequeñas, era yo...
yo y mi
maldito mazoquismo musical.
Perdón, solo eso...
si no se los dije a tiempo
debe ser porque hoy es el momento.
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